martes, 10 de abril de 2007

ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) —también conocidas como infecciones de transmisión sexual (ITS) o clásicamente como enfermedades venéreas—, son un conjunto de entidades clínicas infectocontagiosas agrupadas por tener en común la misma vía de transmisión: se transmiten de persona a persona por contacto íntimo (que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales.
Los agentes productores de las enfermedades de transmisión sexual incluyen bacterias, virus (como el del herpes), hongos e incluso parásitos, como el ácaro llamado "Arador de la sarna" (Sarcoptes scabiei) o los piojos llamados ladillas(Pedículus pubis).
Aunque casi todas tienen tratamiento, algunas de ellas, como las producidas por virus, nunca curan de manera definitiva, sino que el agente causal permanece en estado latente, sin manifestarse, dentro del organismo al que ha infectado, reapareciendo cíclicamente. Este tipo de relación entre el organismo y el agente infeccioso facilita la transmisión de éste, es decir, su infectividad.
Actualmente existen 30 tipos de ETS, de las que 26 atacan principalmente a las mujeres y 4 a ambos sexos. Generalmente, el mayor temor de los adolescentes es terminar con un embarazo no deseado, cuando el verdadero riesgo existe en las enfermedades.
Aunque la eficiencia del uso del preservativo ha sido puesta en duda en diversas ocasiones, dado que muchas de las ETS se contagian por vía cutánea o por medio de fluidos no directamente vinculados al coito, no deja de ser una línea de defensa fundamental y su uso es indispensable en cualquier relación no monógama o en la que la pareja no se haya realizado los análisis pertinentes.
Las armas más importantes contra las ETS son la prevención, tomando las medidas oportunas por medio del uso del condón y la higiene adecuada, elementos imprescindibles para una sexualidad responsable y que reducen considerablemente el riesgo de contagio de estas enfermedades.
PATOLOGIA
Muchas ITS se transmiten a través de las membranas mucosas del pene, de la vulva, y (menos a menudo) de la boca. La membrana visible que cubre la cabeza del pene es una membrana mucosa. Las membranas mucosas se diferencian de la piel en que permiten que ciertos patógenos (los virus o las bacterias) entren en el cuerpo.
Ésta es una razón por la que la probabilidad de transmitir muchas infecciones es bastante más alta por sexo que por otros medios más ocasionales de transmisión, tales como entrar en contacto no-sexual, compartiendo la cuchillería, estrechando las manos, pero no es la única razón. Aunque las membranas mucosas existen tanto en la boca como en los órganos genitales, muchos ITS parecen ser más fácil de transmitir a través de sexo oral que con besos profundos. Según esta tabla (inglés) [
[1]], muchas infecciones que se transmiten fácilmente de la boca a los órganos genitales o de los órganos genitales a la boca, son mucho más difíciles de transmitir a partir de una boca a otra. Con el VIH, los líquidos genitales suelen contener mucho más del patógeno que la saliva. Algunas infecciones etiquetadas como ITS se pueden transmitir por el contacto directo de la piel. El herpes y VPH son ambos ejemplos.
Dependiendo de la ETS, una persona puede o todavía no poder contagiar la infección si no hay síntomas de la enfermedad presentes. Por ejemplo, una persona es mucho más probable contagiar la infección del herpes cuando las ampollas están presentes que cuando están ausentes (ITS). Sin embargo, una persona puede transmitir la infección del VIH (STI) en cualquier momento, incluso si esta no ha desarrollado los síntomas del SIDA (ETS).
Todos los comportamientos sexuales que implican el contacto con otra persona o los líquidos corporales de otra persona deben ser considerados a contener un cierto riesgo de transmisión de ETS. La mayoría de la atención se ha centrado en controlar el VIH, que causa SIDA, pero cada ETS presenta una situación diferente.
Como puede ser observado en el nombre, las ETS son transmitidas a partir de una persona a otra por ciertas actividades sexuales más bien que causadas realmente por esas actividades sexuales. Las bacterias, los hongos, los protozoos o los virus siguen siendo los agentes causantes. No es posible contraer ninguna ETS de una actividad sexual con una persona que no esté contagiada; inversamente, una persona que tiene un ETS lo consiguió del contacto (sexual o de otra manera) con alguien que lo tenía, o su líquidos corporales.
Aunque la probabilidad de transmitir varias enfermedades por varias actividades sexuales varía mucho, en general, todas las actividades sexuales entre dos (o más) personas debe ser considerada como una ruta de dos vías para la transmisión de ETS (es decir el "dar" o el "recibir" son igualmente riesgosos).
Los profesionales de la salud sugieren un sexo más seguro, tal como el uso de condones, como la manera más confiable de disminuir el riesgo de contraer ETS durante la actividad sexual, pero un sexo más seguro se debe de ninguna manera considerar una salvaguardia absoluta. La abstinencia de las actividades sexuales involucrando otras personas protegerá contra la transmisión sexual de infecciones de trasmisión sexual. La transferencia de y la exposición a los líquidos corporales, tales como transfusiones de sangre y otros productos de la sangre, compartiendo agujas inyectadoras, lesiones del aguja-palillo (cuando el personal médico pincha inadvertidamente con las agujas durante procedimientos médicos), compartiendo las agujas de tatuajes, y el parto son otras vias de la transmisión. Estos diversos medios pusieron a ciertos grupos, tales como doctores, hemofílicos y usuarios de droga, particularmente en riesgo.
Los estudios epidemiológicos recientes han investigado las redes que son definidas por relaciones sexuales entre los individuos, y descubrieron que las características de redes sexuales son cruciales a la extensión de enfermedades sexual transmitidas. En detalle, la mezcla asortativa entre la gente con una gran cantidad de parejas sexuales parece ser un factor importante.
Puesto que las prostitutas son muy promiscuas, esta profesión sin el uso de las precauciones del seguro-sexo se ha asociado a menudo a la extensión de enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, las enfermedades de transmisión sexual potencialmente se transmiten en cualquier forma de relación sexual, así que es importante que todos los miembros de la comunidad que tengan relaciones sexuales usen precauciones, sin importar la naturaleza de sus relaciones.
Es posible ser un portador asintomático de enfermedades de transmisión sexual. En particular, enfermedades de transmisión sexual en mujeres causa a menudo la condición seria de la enfermedad inflamatoria pélvica.
Infecciones Más Comunes por Transmisión Sexual
Gonorrea. Es una de las Enfermedades de Transmisión Sexual más frecuente en la adolescencia. Su agente es la Neisseria Gonorrheae.
Se caracteriza por:
-la existencia de portadores asintomáticos, sobre todo en la población femenina,
-en breve periodo de incuvación, pocos días,
-por que no confiere inmunidad.
En el varón, aparece un corrimiento uretral purulento con ardor y dolor miccional. En la mujer los síntomas pueden ser menos llamativos, a veces existe secreción característica. En oportunidades la sintomatología recrudece en el período post-menstrual.
La posibilidad de contaminación en el momento del nacimiento hace imperiosa la profilaxis ocular en el post-parto inmediato.
El diagnostico de la enfermedad se realiza por el hallazgo del germen de la secreción uretral, vaginal o en el exudado de otras regiones.
Sifilis. Afección producida por el Treponema Pallidum. Su transmisión se realiza a través del contacto sexual con la persona infectada en la forma adquirida o por mecanismo transplacentario en el caso de la sífilis congénita.
Es una enfermedad que evoluciona con periodos de empuje y de remisión aparente donde la manifestaciones clínicas pueden desaparecer espontáneamente, lo que contribuye a que las personas poco advertidas se consideren curadas.
La sífilis se divide en tres etapas:
-primera etapa, el periodo de incubación es variable, desde algunos días a tres meses. El estado primario se caracteriza por la presencia de una lesión ulcerada típica, indolora, que se localiza, por lo general, en los genitales externos, pero puede tener otras localizaciones. En pocos días se produce la curación espontánea de la úlcera, pero la infección se mantiene en estado latente. Las reacciones serológicas resultan positivas alrededor de las dos semanas de la aparición del chancro.
-segunda etapa, luego de un periodo de latencia, entre seis y quince semanas, aparecen los elementos del estado secundario, caracterizado por lesiones cutáneas rojizas que se extienden en manos, pies, cara y mucosas.
-tercera etapa, esta se presenta luego de un periodo de varios años de duración; aparecen alteraciones del sistema nervioso central y a nivel de grandes vasos y corazón.
El diagnóstico puede realizarse por sospecha ante un cuadro clínico característico y por las reacciones serológicas específicas. En nuestro país en el 70% de los cosos el diagnóstico se efectúa a través de las pruebas serológicas.
Nota: Esta enfermedad es curable hasta la tercera etapa.
Sida. Es de la familia de los Retrovirus. En teoría procede del mono verde africano.
Sus siglas significan:
S:sindrome( Conjunto de síntomas).
ID: Inmunodeficiencia, falta de inmunidad (defensa).
A: Adquirida.
PODER DE CONTAGIO: Poco. Se nececita una cantidad suficiente de virus.
RESISTENCIA DEL VIRUS AL MEDIO AMBIENTE: Poca.
Es fácilmente destruíble por productos desinfectantes. Técnicas habituales (calor, alcohol...)
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (S.I.D.A.), constituye la más reciente enfermedad de transmisión sexual y es un grave problema para la población mundial, por su modo de propagación y su fatal evolutividad, para lo que no existe tratamiento actualmente.
El agente causal es un virus, el V.I.H., que tiene gran afinidad con los linfocitos T4, en los que se aloja y reproduce. Esto apareja la destrucción de los mismos y la desorganización e insuficiencia del Sistema Inmunitario.
La contaminación puede realizarse a través del semen, las secreciones vaginales y la sangre. Hasta el momento no ha sido demostrado ningún otro modo de contagio.
El mecanismo de transfusión más frecuente es el contacto sexual con personas infectadas por el virus; en menor grado por el uso compartido de jeringas de inyección o transfusiones de sangre o derivados contaminados por el germen.
La transmisión del V.I.H. de la madre infectada al feto, se realiza en más del 30% de los casos.
Detención del virus por primera vez, en USA en 1981, y en Paris en 1983.
Versión Europea: MODUS OPERANDI: penetra en el cuerpo humano y pasa a la circulación sanguínea de una persona desde algunos fluidos corporales contaminados de otra; se aloja en el interior de algunas células, especialmente del sistema inmunitario defensivo (Linfocitos T). Cuando llega a destruir esas células y a inhabilitarlas se produce el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), quedando el organismo desprotegido frente al ataque por infecciones o algunos tumores que una persona sana resistiría.
PREVENCION DE LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISION SEXUAL.
La Organización Mundial de la Salud informa que, cada año, 3 millones de adolescentes estadounidenses reciben un diagnóstico de infecciones por transmisión sexual.
Como para ponerse a pensar, ¿no crees? Si tú eres un adolescente sexualmente activo, debieras hacerlo. Esas cosas no le suceden solamente a los adultos… les pueden pasar a cualquiera que practica el sexo.
¿Quieres saber algo más? Dos terceras partes de las personas que padecen de infecciones por transmisión sexual, se vieron infectadas antes de cumplir 25 años. Los jóvenes adultos son los grupos que mayor riesgo corren de adquirir una infección por transmisión sexual, por un buen número de razones: Es más probable que tengan relaciones sexuales sin protección alguna; y sus compañeros/as corren mayor riesgo de contraer infecciones.
Pues bien. Ahora que ya tenemos tu atención (tal vez), déjame decirte algo: Hay maneras de evitar que te conviertas en una estadística más, y es tan fácil como decir uno, dos, tres: Prevención. Exámenes. Tratamiento.
Primero y antes que todo, por supuesto, es mejor no tener relaciones sexuales. La abstinencia es 100% efectiva. No puedes salir dañado/a si no juegas ese juego.
Pero si ya decidiste que vas a tener relaciones sexuales, usa protección. Cada vez. Un reciente estudio en los Estados Unidos indica que la mitad de los adolescentes sexualmente experimentados, no usó un condón la última vez que tuvieron un coito. El uso del condón no elimina completemente el riesgo de contraer una infección por transmisión sexual, pero reduce el riesgo-¡bastante! Por ejemplo, los condones te dan casi el 100% de protección contra el VIH (aunque es menos efectivo contra el herpes.)
Si un condón no es lo que se necesita para la relación sexual (sexo oral en una mujer, por ejemplo) usa una presa dental (o envoltura plástica, o aun un condón recortado, por ejemplo). El sexo oral en una mujer no es tan arriesgado como el sexo vaginal, pero tampoco es totalmente seguro.
Y si tú crees que puedes "adivinar" si alguien tiene una infección por transmisión sexual, no te atengas. Aunque algunas infecciones tienen síntomas visibles, hay enfermedades que pueden vivir dentro del sistema de una persona por años, sin mostrar síntomas por completo. Generalmente se necesita más de 10 años para que aparezcan los primeros síntomas del VIH, de manera que tienes que exigir protección cada vez.
Eso no te mantendrá saludable, si tú eres la persona que camina con una infección de la que no sabes nada. Hasta un 45% de los adolescentes sexualmente activos se pueden ver expuestos a la clamidia cada año, la cual es invisible y puede tener efectos terribles en tu cuerpo. Es como lanzar una moneda al aire, cara tú estás enfermo/a, sol no lo estás. A menos que uses protección.
Y esto nos lleva al punto dos y tres: Si eres sexualmente activo/a, examínate una vez al año durante tu examen anual; y si por desgracia te diagnostican un infección por transmisión sexual, haz exactamente lo que te diga tu examinador. Si te da antibióticos, por ejemplo, tómalos diariamente hasta que se acaben. Si paras a medio camino, tal vez no puedas eliminar completamente el mal, y hasta podrías hacerlo más fuerte. Y no sabrías que lo sigues teniendo hasta que comience a comerte el cuerpo.
No es difícil cuidarse. En realidad, es fácil una vez que te acostumbras: Usa protección, hazte exámenes, y si es necesario, toma las medicinas. Es tan fácil como decir uno, dos, tres.


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